miércoles, 4 de febrero de 2009

Roman Simic (1972-)

De qué nos enamoramos

–Hola –susurró. – ¿Estás durmiendo?Olía a alcohol y a tabaco. Le temblaba en el rostro la luz azulada del televisor, pero por primera vez en mucho tiempo parecía estar feliz. Apagué el televisor y cerré los ojos. Quería más que nada olvidar esa felicidad en su rostro, pero no podía. Quería olvidarla durante años, pero esa noche no había nada que hacer.–Hoy he conocido a alguien –dijo. –Un médico. Hemos hablado, me ha llevado a su casa, hemos hecho el amor.No sé que pensé en ese momento. Pensé que estaba sucediendo. Pensé que las palabras más sencillas eran las que dolían más. Las miradas más sencillas, la felicidad sencilla en el rostro de la persona que amas, incluso en rostros desconocidos. Ella no era un desconocido. Yo no conocía la felicidad, sólo sabía reconocerla, y eso era un problema.–Me di cuenta de que te quiero –dijo.Se sentó en el sofá, me tocó. No me moví, ni hablé. Quizás lloré, no lo sé, estaba oscuro […]


*Fragmento del cuento De qué nos enamoramos. Roman Simic. Publicado en Crítica,Junio-julio 2008, no.127, Mexico.

1 comentario:

  1. esto me gustó mucho mucho
    al chat... sí sí, puede ser, pero vele el lado positivo, me facilita muchas tareas, me inspira a veces y por falta de tiempo o a causa de la distancia, me matengo en contacto con gente que está lejos :)

    saludos!

    pd sí, está mono jeje

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