miércoles, 18 de marzo de 2009

Mujer desnuda

Antonio Gamoneda



Tus cabellos descienden en una ola de sombra pero tu espalda fulge
como la luz interior de la nieve.
Giras en ti misma como un planeta doloroso.
De tus pechos emergen pezones azules y de tus ojos lágrimas
transparentes y frías.


Mujer desnuda: no sé pensarte. ¿Quién
puede, en un mismo cuerpo, advertir la belleza y su extinción? Tú
eres
como un arpa viviente en síncopa de llanto,
eres incomprensible como el temblor de los álamos, indescifrable
como los alabastros asirios.

De pronto, un ser cuya naturaleza desconozco viene a mis ojos.
No sé su consistencia, sé su virtud. Es un signo.
Un signo semejante a lirio de fuego nacido de tu vientre.En él,
leo sílabas, leo la causa insomne:

tú ocultas mi vejez debajo de tus párpados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario